Los pobres chic

En septiembre del año pasado ya os explicaba que según la revista Architrectural Digest lo pobre-rico era novedad y sería tendencia. En abril de este año me hacía con un nuevo ejemplar de la revista el cual estaba dedicado a la “Pobre casa Rica. El chic humilde es el nuevo lujo”. Me sigue pareciendo increíble que digan que han “aprendido a amar la belleza imperfecta de las cosas” y que consideren que tapizar de forma tosca con tela de saco una butaca francesa de finales del siglo XIX (425€) vega a significar “entran las baratijas, la gracia anónima y la modestia” a nuestras casas. O comprar una silla de madera con el asiento roto por 400€ la pareja y una lata oxidada de aceite por 240€. No pondré fotos para ilustrarlo pero la silla la encuentras en pocos días paseando por la noche en Barcelona junto a los contenedores de basura y la lata en los antiguos vertederos de cualquier pueblo de Castilla.

En estos piensan los ricos cuando alguno les habla de crisis. Y los pobre nos reímos al leer “los suelos muy manidos (o muy pisados) se cotizan más que las alfombras persas trenzadas con nudo de seda” y después miramos el parquet rallado del piso de alquiler o los apaños, provisionales, necesarios para enchufar una regleta alargador horizontal para poder enceder dos lámparas en la habitación (para muestra la foto).

Pero dejemos las penurias de verdaderos pobres y regodeémonos en las de los pobres chics con esa sección que tanto me gusta: “Sube y baja”. En abril subían

- El look Las Vegas (no sé a qué se refiere, pero no me imagino yo las luces de neón en medio de la sala de estar)
- El blanco y los pasteles (en abril no había comenzado la operación bikini)
- Los estores de paja (que conjuntan con el sofá de tela de saco)
- Las mesitas sirias
- Las vajillas de loza popular en colores naturales
- Las cuberterías de plata desparejadas (que pena que mis tenedores no sean de plata)
- El papel de carta personalizada
- Los cupcakes (para conjuntar con los pasteles y el blanco… ¿es el blanco algún tipo de dulce?)

En abril, por el contrario, bajaba:

- Las piedras esotéricas
- El feng shui
- El granate y el verde seto
- Los visillos tornasolados (con los estores de paja como que no)
- La columna multichorro (éste me encanta)
- Las puertas de pino sapelli (¡menos mal que no tenemos puertas de pino!)
- Los rodapiés de madera barnizada
- Las lámparas ventilador
- Los lavabos de cristal

Si en abril no cumplisteis las tendencias del momento no pasa nada. Cuatro meses después ya habréis cambiado de decoración y seguro que en algo habréis acertado.