Caracol mecánico
El Museu Blau, o de Ciències Naturals de la ciudad de Barcelona, presenta varias piezas a la entrada del mismo.
En la escalera de entrada se puede observar el esqueleto de una ballena, un rorcual común, que se exponía en la anterior ubicación del museo. Esqueleto y traslado que, por cierto, ha dado más de un dolor de cabeza. Primero porque se rompió una parte en desmontarlo. Y más tarde porque el sistema de anclajes del museo no estaba bien diseñado y el esqueleto no entraba en la nueva ubicación, así que hubo que cambiarlo por completo, con un importante gasto extra.
El vestíbulo acoge cuatro piezas, creo recordar, que representan el movimiento de diversos animales a partir de reproducciones metálicas y sistemas electromecánicos, obra de Ferroluar. A pesar de que las piezas se presentan hablando de organicidad, la sensación que dan es la contraria. Los animales mecánicos se mueven de forma pesada, raspan y percuten contra la base, uno de ellos produciendo un sonido muy desagradable, y difícilmente explican el movimiento real. Eso sí, todo construido con materiales reciclados.
Estraños y poco amigables divertimentos de bienvenida para un museo que, superados los rodillos de entrados, tampoco resulta mucho más amigable.
En cualquier caso, un caracol más para la colección.