Fotografia tomada desde la silla de ruedas (otra perspectiva visual, sin duda)
Normalmente estás deseando tener unos días tranquilos en los cuales quedarte en casa descansando sin hacer nada en especial. Pero cuando la estada es por obligación y realmente no puedes hacer nada de nada, no resulta estimulante. Estás harto de estar en la cama, ya no sabes qué postura coger en el tresillo, no te apetece leer libros o cómics. Cuando el motivo de estancia es una torcedura en el tobillo o una rotura de la piernas, lo más probable es que dispongas de unas muletas, pero salir a la calle no será una alternativa viable: al no estar acostumbrado a utilizarlas son agotadoras.
Cuando la baja se alarga más de lo previsto hay que buscar planes y animarse. En mi baja tuve la suerte de aprovechar para ir al teatro, conciertos e incluso una zarzuela. También puede visitar algunos amigos que tenían ascensor en casa (la resta queda descartada). Pero el gran descubrimiento de esta baja ha sido la posibilidad de visitar muesos en silla de ruedas (y desde otra perspectiva visual).
A continuación os dejo algunos de los museos de Barcelona que ofrecen este servicio al público. Tened en cuenta que algunos museos no lo indican en sus webs, así que tendréis que confirmarlo con una llamada previa. Recordad que de lunes a viernes por la mañana os encontraréis con hordas de colegiales en excursión y que muchos museos cuentan con días de visita gratuita (aunque simple hay más gente).
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Museu Naciona d'Art de Catalunya
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CosmoCaixa
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CaixaForum
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Museu Blau: es recomendable ir acompañado porque hay unas rampas muy pronunciadas en la zona de exposición y yo no me atrevía a superarlas sola
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Museu Picasso
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Museu Marítim de Barcelona
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Museu Frederic Marès