martes, 5 de febrero de 2008

Pedir ayuda

- Yo buscando un hombre y no me acordaba que tú estabas aquí. ¿Me ayudas a bajar unas cajas?

- ¿Y todo el departamento lleno de mujeres que está abajo no puede ayudarte?

***

No lo ha dicho él, a quien pedían ayuda. Lo he dicho yo (que soy una bocazas).

Siempre recordaré cuando el padre de la vecina se cayó de la cama, ya estando muy mayor y débil. Lo único que supieron hacer otras dos vecinas fue decir: No está Ignacio, ni Francisco, ¿a qué hombre podemos llamar a esta hora?. A ninguno. Somos tres mujeres y no necesitamos a ninguno para levantarle. Le levanté sola, tal como le había escuchado explicar a la vecina. ¡Ay, qué bien lo has hecho, nos has dejado sorprendidas! A mí también, de que seáis tan inútiles. Se nota que habéis tenido alguien en casa que os hiciera las cosas. Mi madre no se quedaba mirando a los problemas porque no tenía un hombre en casa.

No se trata de no pedir ayuda a los hombres. Soy la primera que lo hace, y muy poco lejos habría llegado si no hubiese pedido y aceptado su ayuda, a todos los niveles. Pero sólo cuando valoremos nuestras propias capacidades, no sólo nos estaremos ayudando a nosotras mismas, sino que por fin podremos ayudarles a ellos.

6 comentarios:

David dijo...

sabias palabras las tuyas!

godsfork dijo...

ignoraremos el dévil demoniaco que te has marcado ;)

¿esto no tiene que ver nada con el post de antes no?

tzesire dijo...

dévil demoníaco??
no, no tienen nada que ver, pero ya ves, fue una tarde impulsiva, tenía que vomitarla en algún sitio, y el blog es un lugar que no suelo usar para hacer estas cosas de forma tan poco meditada.

Andreu dijo...

M'ha agradat molt això que has escrit.

tzesire dijo...

vale, ya he solucionado el dévil demoniaco. lo siento por esa patada al diccionario.
me alegra tanta respuesta de chicos.
las mujeres comenzamos a no saber lo que somos, no podemos ser déviles (y no debemos serlo) y no podemos perder nuestra feminidad por ser fuertes a la manera masculina. nos queda mucho comino y va siendo hora de comenzar a caminarlo juntos.

godsfork dijo...

tienes toda la razón queda mucho comino (que tocapelotas que soy eh? jeje)
En serio que si que es verdad que es un camino difícil combinar la feminidad y la fortaleza, pero solo porque la fortaleza la entendemos a lo masculino (por lo que yo soy poco masculino con mis 57 kilos). Supongo que una cosa es fortaleza y otra saber arreglárselas, ¿no?


NIEVA!!!! pero no cuaja...