Termómetro
Extraña sensación la que produce mirar el termómetro y no llegar. Deberías estar contenta, y sin embargo te quedas con una sensación de insatisfacción. Tienes sudores, tu garganta va cada vez a peor, te notas cansada... todos los indicios te llevan a pensar que inevitablemente estás enfermando y ya toca ponerse el termómetro. Y aunque lo ideal sería no tener fiebre, no llegar a los 37 fatídicos grados, tú que ya te has hecho a la idea de que estás enferma. Pero el gris mercurio se queda en los 36,9 grados. Y ya está. Olvídate. No estás enferma. No será necesario dar el parte de temperaturas cada cierto tiempo. Porque cuando tienes fiebre es necesario explicarle a todo el mundo que a las 7 de la mañana tenías 37,4; a las 11 tenías 37,9; y a las 13 horas has llegado a los 38,4. Así que guardas el termómetro resignado, olvidas los sudores y continuas carraspeando sin que por ello puedas darte mayor importancia. Extraña sensación la de no haber llegado... por una décima.
2 comentarios:
que morro le echas y que cuento, 36,9 es fiebre
cuidate y ponte bien pronto ;)
(notese que no digo ponte bueno :P
no es fiebre, y tranquilo, estoy bien, aunque no esté buena.
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