viernes, 30 de marzo de 2007

Orden

Kogo 07/07/05

Por primera vez en mi vida tengo recogida la habitación... pero no voy a engañar a nadie: es por obligación.

Todo aparato eléctrico debe estar guardado en cajas de poliespán o plástico; la ropa en bolsas dentro de los armario; los papeles en carpetas y archivadores. Todo se humedece, se oxida y se malogra en cuanto lo dejas de usar y queda a la intemperie. Todo. Y en la cocina con la comida sucede lo mismo, unido a la plaga de hormigas u otros insectos que puedes provocar si olvidas algún alimento sobre la encimera.

Puedo parecer pesada con todo esto pero es simplemente así: la humedad puede llegar a ser un problema gravísimo y tienes que preocuparte por un montón de cosas nuevas. En algunos casos supone perder aparatos tan valiosos como una máquina de coser antigua por falta de recambios.

Nos aconsejaba un amigo venderlas a anticuarios cuando nos las donasen y con el dinero obtenido comprar 3 ó 4 modernas, sin problemas de piezas y arreglos. Se olvidaba de un detalle: la electricidad no es tan fácil de comprar en GE.

jueves, 29 de marzo de 2007

La casa de la palabra

Kogo 08/07/05

Aunque casi toda mi labor la voy a hacer en la ciudad de Kogo estos primeros días no está el expatriado que coordinará mi trabajo y estamos aprovechando para salir con la médico a los poblados. El Centro Cultural cuenta con una Asociación de Jóvenes que tienen montadas varias obras de teatro de educación sanitaria y ambiental para acompañar de vez en cuando al Equipo Móvil Distrital (EMD) de Salud.

Lo que más me ha gustado de los poblados son las "casas de la palabra". Son un pequeño recinto cuyas paredes llegan al metro de altura y de ahí hasta el tejado están abiertas, permitiendo ver todo lo que pasa fuera o participar desde el exterior. En ella se reune los mayores a conversar y los viajeros pueden parar a descansar. También es el lugar donde la comunidad trata sus problemas y el EMD aprovecha estos lugares o las escuelas para convocar a la población cuando pasan consulta, ahora que ya pueden entrar las mujeres.

Siempre que paso por algún poblado me fijo en la casa de la palabra, que siempre está en un lugar céntrico, visible y accesible. Fue unas de las primeras cosas por las que pregunté.

Es bonito saber que allá donde vallas podrás hacer un alto en el camino en un sitio limpio y tapado donde poder conversar con alguien.

martes, 27 de marzo de 2007

Zapatillas con marcha

lunes, 26 de marzo de 2007

Hábitos gastronómicos

Kogo 06/07/05

Para los fang todo lo que se mueve se come.
Se ven pocos gatos y perros.

jueves, 22 de marzo de 2007

¿Cúal es su gracia?

Kogo 05/07/05

- ¿Cuál es su gracia?
- ¿Perdón?
- ¿Que cuál es su gracia?
- ¿Gracia?
- ¿Su nombre? ¡Yo me llamo Bromas Aparte! ¡Bromas Aparte!

Qué pena que me lo estuviese diciendo, por no decir gritando, un militar mayor con cara de pocos amigos. La gracia le había salido perfecta, pero si normalmente no es recomendable bromear con cierta gentuza, aquí, en una dictadura militar, menos. Además iba borracho.

Tenemos que movernos con pies de plomo, no decir una palabra más alta que otra y no importunar al militar, burócrata de turno, si queremos seguir trabajando aquí. Y no es fácil. Por momentos nos preguntamos si la mejor manera de ayudarles no sería montando una revolución, porque callando y tratando de pasar inadvertidos yo siento que les estamos haciendo el juego.

Dialectos

Kogo 04/07/05

Los fang, la etnia mayoritaria en GE, no consideran su idioma como tal, sino como un simple dialecto (2ª y 3ª definición). Es un lengua de segunda frente al idioma del blanco. El castellano es el idioma oficial de la nación, junto al francés, y los guineanos a pesar de los problemas de muchos de ellos para expresarse con él, lo usan siempre que tienen algún acto mínimamente importante, que se merece "toda una lengua".

Todos las imposiciones de la colonización siguen vivas, están completamente arraigadas. Es muy difícil combatirlas cuando ellos ni siquiera las cuestionan, cuando en la vida diaria aceptan que son inferiores a los blancos, a su cultura, a su idioma, a sus costumbres, a su música, a su forma de vida, a sus bebidas y comidas!!

miércoles, 21 de marzo de 2007

Nieve

Calvin y Hobbes en la nieve

"¿Ah si? Define normal"

***

Se acabó el invierno y ni siquiera he visto un poco de aguanieve.
El domingo vi nevar pero estaba demasiado lejos para tocar los copos.
Ayer mi ama me contaba cómo ha nevado los dos últimos días por el norte y buscaba en el telediario alguna imagen blanca de la ciudad.
Y tras quejarme y quejarme por la noche, justo antes de dormir, me econtraba con un dinosaurio de regalo.
Así que me quedo con calvin y Hobbes que siempres saben disfrutarla.

martes, 20 de marzo de 2007

Deep inside in a paralel universe



Hoy es un buen día. Hace frío, he llegado tarde por una avería en los tranvía, mogollón de curro... y sin embargo, hoy es un buen día ;)

Guardar con celo vuestro "universo paralelo", donde escapar y sonreír a los buenos y a los malos días, donde convertiros en super héroes y vivir vuestras pequeñas grandes aventuras.

lunes, 19 de marzo de 2007

El ataque del dinosaurio

El otro día me atacó un dinosaurio. Y nadie vino a rescatarme :( Así que tuve que aguantar heroicamente sin meterme en mi concha ni ponerme a echar babilla (sí, lo de la babilla es un poco asqueroso, pero para que te dejen en paz suele dar buenos resultados).

Cruzando la ciudad de punta a punta, en la línea azul, me senté enfrente de un niño de rasgos latinos, que supongo estaría con su ama. De repente me di cuenta que me estaba mirando sin mirarme. ¡Tenía el reflejo de un aterrador dinosaurio de 5cm junto a la oreja y yo sin inmutarme! Así que me puse a mirar hacia el dinosaurio de reojo y a poner cara de asustada. Yo no sé si los dinosaurios son como otros animales que si notan tu miedo reaccionan, pero ahora creo que sí, porque de repente me atacó y tuve que echarme a un lado para esquivarle!!
Total, que el niño encantando y yo encantada mirando al niño y si movía la mano o no para moverme a la vez.

Terminé dandome un golpe en la cabeza con el agarradero y ahí más o menos dejé el juego. Se bajaron un poco más adelante. El niño volvió a sonreirme y se despidió de mi.
Y yo me fui contenta, porque no sólo me habían sonreído, había vivido un "pequeña" aventura (proporcional a mi tamaño, claro).

viernes, 16 de marzo de 2007

Las mujeres en Guinea Ecuatorial

Kogo 03/07/05

Una de las costumbres que primero te choca en GE es el asunto de la poligamia y la dote.
La mayoría de los hombres fang tiene más de una mujer, conseguidas mediante desorbitadas dotes. Si una mujer enviuda es repartida como un bien más, pues a fin y al cabo se ha pagado por ella, y se la queda algún hermano del fallecido.

Con sorpresa he observado sin embargo que a nivel político-social las mujeres ya ostentar cargos de poder a todos los niveles. Pero es una victoria relativa, pues su reciente empoderamiento es mal aceptado por muchos hombres, tanto mayores como jóvenes y posiblemente por muchas mujeres también.

Les queda mucha lucha por delante... como nos queda a nosotras aquí.

jueves, 15 de marzo de 2007

Comodidades

Kogo 03/07/05

Mantener ciertas comodidades aquí supone un sinfín de nuevas rutinas, que no son muy difíciles, pero a las que hay que acostumbrarse rápidamente. Lo primero tras llegar a mi nueva casa y echar un vistazo rápido ha explicarme cómo funciona todo y más o menos donde están las cosas.

Por una parte está la luz de las placas solares y por otra la "luz ciudad", la que nos suministra el ayuntamiento. Por otra el agua, de aljibe, filtrada y con lejía para el consumo. La eliminación de basuras. El mantenimiento de neveras. Los distintos combustibles para el coche, los cayucos, el congelador. Etcétera.

En principio todo funciona y llevamos una vida bastante lujosa en comparación a la gente de la ciudad, si no has olvidado ninguna de las nuevas rutinas: rellenar un depósito, apagar todos los interruptores, controlar una fuga, cerrar y guardar todo donde corresponde...

miércoles, 14 de marzo de 2007

Hermana

Kogo 03/07/05

- ¡ Hermana, hermana!
- ¡Qué no soy hermana!

Toda mujer blanca, e incluso aveces a los hombres, es llamada por sistema "hermana" por los niños y niñas más pequeños. Es una de las primeras palabras que aprenden en castellano.

El concepto de "cooperación" que poseen los ecuatoguineanos se limita a las mojas y religiosos/as de turno que montan un hospital o un colegio privado para quedarse a salvar almas y hacer caridad.

Estoy hasta las narices, ¿cuánto escote y cuánta pierna tengo que enseñar para que me dejen de tomar por monja?

lunes, 12 de marzo de 2007

Caracoles y amistades peligrosas



Impagable descubrimiento, caracoles, rollito bondage, sacrificio... gracias Ru.

domingo, 11 de marzo de 2007

La mercería

La última odisea en la ciudad ha sido encontrar una mercería. Hay un mercado cerca de casa lleno de mercerías pero que abren sólo mientras estoy trabajando o en clase.

Me resulta sorprendente no encontrar una mercería cada dos o tres calles. Pero en realidad es algo que también sucede en mi ciudad. Los barrios de siempre, donde todavía queda gente mayor, tienen todavía unas cuantas mercerías, pero ya son imposibles de encontrar en el resto de la ciudad.

La última vez que fui a casa tuve que ir precisamente a una a comprar una cremallera. Era el día de nochevieja y cuando llegué, la Pili, Honoria, Jesusa... dueña-dependienta que da nombre a la tienda, estaba hablando con una señora mayor, gastando la tarde en compañía -que es como mejor se gasta- comentando que allí entran unas y otras y cuentan de ellas, de aquellas y de las de más allá, pero ella, Pili, Honoria, Jesusa..., tras su mostrador, calla y escucha y no entra en cotilleos.

Entonces entraron un par de treintañeros -pelo qué asco doy de la mierda que me echo para que se quede en pico y parecer que no soy un desfasado cualquiera- a por calzoncillos rojos, lo que ya dio para el típico comentario picarón cuando hay viejas delante que se hacen las simpáticas por una sonrisa de los mozos.

Terminé comprando una cremallera que no era la que necesitaba, pero tal como indicó la dependienta, mi ama se encargó de arreglar con una paciencia de santa. Pero lo mejor de la tarde fue sin duda pasar por la mercería y reírme un rato con las dos señoras, con historias que sufrí un montón de veces de pequeña acompañando a mi ama, pero que ahora me resultan de una humanidad maravillosa.

Algún día la gente no sabrá lo que es una mercería, igual que pasa con los economatos.

sábado, 10 de marzo de 2007

Bubuta

Kogo 02/07/05

Aquí a las personas gorditas se les llama “bubuta”, sin prejuicios, casi siempre con cariño e incluso con deseo por parte de muchos hombres. Resulta completamente chocante ir por la calle y que desconocidos te lo digan al pasar sin que sea para nada despectivo.

Todos nuestros gustos y preferencias están determinados por la cultura y las anteriores experiencias vitales; está muy bien recordarlo de vez en cuando.

viernes, 9 de marzo de 2007

Canciones de niños

Kogo 02/07/05

Esta noche, coincidiendo con nuestra llegada, ha sido la despedida de una cooperante voluntaria que ha pasado un año aquí trabajando. La anfitriona, una mujer fang ya mayor, se ha puesto a cantar las canciones de niños típicas para decir el chico y la chica que te gustan. Todo el mundo se ha reído y participado y alguno casi hasta se ha sonrojado.

En realidad nadie ha dicho que sean juegos de niños, pero nosotros parece que nos hayamos olvidado lo sencillo que puede ser compartir un rato divertido en compañía.

jueves, 8 de marzo de 2007

Primeras impresiones

Kogo 02/07/05

Nunca puedes fiarte de la primera impresión que te causa un lugar. Sin embargo esta vez ha sido positiva.
La selva es sobrecogedora y la llegada a Kogo, con la vista del Río Muni, es preciosa.

Las casas de los cooperantes están en un alto, en el complejo hospitalario colonial, junto al hospital. Son de una sola planta, muy bonitas por fuera y muy amplias por dentro. En la parte trasera comparten cocina junto a una joven papaya y un inmenso cocotero, uno de los pocos que quedan en la ciudad.

Por la noche los ruidos de la naturaleza te envuelven en una sinfonía casi olvidad cuando llegas de las grandes urbes. A las 11 de la noche, al apagarse la luz eléctrica, (y ahora que tenemos estropeada las baterías de la energía solar) la luz de las velas acrecienta la sensación de paz y tranquilidad, de que toda la ciudad duerme mecida por el mar, mientras la selva despierta al mundo de las sombras.

miércoles, 7 de marzo de 2007

De compras por Bata

Kogo 02/07/05

La carretera entre Bata y Kogo está mucho mejor de lo que me imaginaba, aunque seguro que no es lo mismo en época de lluvias. Así que a pesar de la misma y de las cuatro barreras militares que hay que pasar el viaje ha sido “rápido” y sin complicaciones.

Una carretera como ésta, asfaltada sólo unos pocos kilómetros a la salida de Bata, significa problemas. Hay que tener un coche adecuado para el terreno; calcular el tiempo del desplazamiento y la hora de la salida contando posibles contratiempos (evitando siempre que se te pueda hacer de noche en el bosque); ir siempre acompañado por si sucede algo; llevar un buen cable para que te remolquen en una emergencia; envolver todo con plásticos para que se ensucie lo menos posible con el polvo arcilloso del camino; si llevas algo frágil envolverlo también adecuadamente, como la fruta, pieza por pieza por separado en papel de periódico…

Ir a Bata, por su parte, significa un montón un montón de trabajo. Puedes estar deseando salir de Kogo por un par de días pero sabes que apenas descansarás. Siempre hay que recorrerse la ciudad en coche de recado en recado: la ferretería, el supermercado, el hospital, el consulado, la librería… Y por supuesto aprovechar para comprar verdura y fruta en el mercado.

El mercado, con sus decenas de puestitos, su amasijo de calles, su tranquilo pero continuo movimiento. Con el tiempo terminas comprando en los mismos lugares, donde ya apenas hay que regatear y no tienes que dar tantas vueltas. Aunque siempre hay algún encargo de la gente del distrito que conseguirá que te pierdas en él. Ayer nos pasamos un buen rato hasta encontrar unas zapatillas sin cordones y de una talla enorme para un “papá” que trabaja en el hospital y siempre anda por casa.

Los mercados de Bata tienen un olor muy fuerte, no sólo por la yuca fermentada, sino por la carne y el pescado. La mayoría está seco, ahumado o en salazón, excepto la caza, que suele exponerse tal como se consigue, sin tocar el animal, sin abrirlo para quitarle las vísceras y que huela menos. Monos, cuerpo espines, ratas, un pequeño cocodrilo… La mayoría de los animales es la primera vez que los veo pero es una imagen tan chocante que es mejor casi no mirar ni saber lo que son. Te fijas en la cabrita que a los pies de la carne muerta te mira sabiendo su fin.

Puestos de verdura en el mercado de Bata

La foto no tiene mucha calidad pero el mercado de Bata es uno de esos lugares en los que puedes tener problemas por sacar fotos. A la izquierda, en el suelo, se puede ver yuca fermetada.

martes, 6 de marzo de 2007

Una lluvia de cansancio

Estaba empapada, calada por dentro de una lluvia de cansancio"

Lo escuché el sábado junto a los Jardines de Salvador Espriú, yendo a la fiesta de San Medir.

Era un mañana soleada y muy calurosa. Espero que la mujer descansara y se dejara inundar por aquel calor; porque aveces parece que el cansancio sea como una fina lluvia que no cesa, que se te mete en los huesos y no acabas de sacarte de encima.

lunes, 5 de marzo de 2007

Snailme a ritmo de bajo



Stanley Clarck, musiquita en acústico con un virtuoso del bajo.

viernes, 2 de marzo de 2007

Un sonrisa en el metro

Hace un par de meses yendo a trabajar me sonrieron en el metro.
Eran las 8:45 de la mañana y la línea azul iba llena de gente pero no tanto como de costumbre. En medio del vagón dos señoras iban hablando de ésta, de aquella y de la de más allá. Tras fijarme en ellas y escucharlas un poco aparté la vista pensado "madre mía, pareja de marujas, cotorras y criticonas" y justo un chico enfrente estaba mirándome y me sonrió al ver mi reacción, y a mi me salió la sonrisa del alma.

Cuando llegas de fuera al principio el metro puede resultar fascinante. Observar a todo el mundo, ir bajo tierra, moverte por los agujeros de gusano de la gran ciudad. Poco a poco la rutina te va atrapando e intentas mantenerte fuera de la masa zombie que te rodea. Mantienes los ojos abiertos, sigues mirando atento y descubriendo los mil detalles en los que te puedes fijar. Pero cada vez es más difícil y un día te ves igual de zombie, abatido tras un día de trabajo, de metros y autobuses de acá para allá, de comer fuera de casa y rápido... Y sabes que el metro a partir de entonces ya no será tan fascinante.

Sin embargo decidí que no tenía que dejar que me atrapara. Ahora me subo sin aquella fascinación pero de forma mucho más consciente de todo. Sigo siendo de provincias, sigo mirando a la gente a la cara, a los turistas, a los inmigrantes como yo, me fijo en los libros que lee la gente...

Y ese día alguien también iba despierto, también iba mirando y escuchando, a las marujas, pero también a mi, yo era parte de "su" metro. Al bajarse se despidió. Y yo me fui contenta a trabajar, orque alguien me había sonreído en el metro.