Araña

A finales de agosto de 2005 empecé a estar realmente estresada en Kogo. Quería abarcarlo todo, y todo no puede ser. Pero estaba contenta. Estaba aprovechando el tiempo y no me arrepiento de ello (en realidad no me arrepiento nunca de nada).

Ahora mismo estoy en una situación parecida. No me queda mucho tiempo libre al día y el que tengo no suelo aprovecharlo especialmente. Estoy metida en cosas que me gustan pero no tengo tiempo para disfrutarlas. Y entre las cosas que se quedan en el camino una de ellas es sin duda el blog.

Las entradas en mi diario de Guinea empiezan a escasear y se limitan a apuntes de tema que ya escribiría en algún momento. El momento pasó y las historias se olvidaron. Así que a partir de ahora iré colgando fotos y explicando anécdotas que me traigan a la memoria, sin fecha en concreto.

Hoy dejo un hermoso ejemplar de araña. Hermosa en el sentido de grande, extraordinariamente grande (la imagen tiene bastante detalle, así que imaginar) y también hermosa como bella, realmente me fascinaba comparada con los ejemplares que había visto por estas latitudes. Estuvo durante bastantes días de julio bajo una repisa de la cocina con esa enorme bolsa de huevas, y un día desapareció. Por supuesto nadie la importunó lo más mínimo, maravillosas compañeras devoradoras de todo tipo de insectos, más o menos peligrosos...