martes, 5 de junio de 2007

Primeros días en la ludoteca

Niños de la ludoteca de la Asociación Africanista Manuel Iradier
Kogo 28/07/05

El martes 26 dio comienzo la ludoteca infantil del verano que coordino y en la que participo con las dos bibliotecarias. Decían que no sería fácil trabajar con los niños de aquí, que me resultarían callados, tímidos, como taimados. Sin embargo el primer contacto había sido muy positivo.
Hoy nos hemos enterado de que la mayoría son de otras partes del país y que los pocos que hay de Kogo han resultado ser tal como los habían descrito, sobretodo en comparación al resto.
Por otra parte todos los niños de fuera vienen a la biblioteca y participan en las actividades infantiles super contentos mientras que los de aquí, que conocen el lugar y la programación, apenas se acercan y participan.

***

No había tanto misterio. Los niños de fuera están de vacaciones, mientras que los de la ciudad tienen que ayudar en casa, en el mercado, pescando o en el bosque. Es igual que cuando de pequeña yo iba al pueblo de mi ama de vacaciones, y por supuesto me encantaba ir a no hacer nada y pasarme el día jugando en la calle, mientras que mis primos lo odiaban porque pasaban julio o agosto bajo el sol de Castilla con las vacas de acá para allá por caminos desiertos o trillando en la era.

En cualquier caso los niños de fuera de Kogo estaban más acostumbrados a tener actividades para ellos en sus ciudades, mientras que aquí la oferta se limita a lo que nosotros somos capaces de ofrecer.

La foto es de una de las primeras actividades que hicimos, un taller de papiroflexia que les costó bastante porque nunca habían hecho este tipo de actividad, pero que les gusto un montón.

5 comentarios:

David dijo...

Dirás que eran timidos y todo lo que tu quieras... pero algunos tienen cara de ser unos trastos eh?

tzesire dijo...

jajaja. Sí, eran niños, y cuando se les permite serlo son un poco trastos. Pero estos tendían a ser bastante buenos porque están acostumbrados a recibir una torta o un reglazo a la mínima. Uno de los niños más chiquititos (5 añitos, algo así) le dijo a su madre en septiembre que no quería ir al colegio, que allí le pegaban y en la ludoteca no. Por supuesto yo tenía prohibidisimo cualquier gesto violento en nuestras actividades y con los días se me empezaron a desmadrar un poco, pero vamos, lo normal.

El niño de primera fila con la camiseta amarilla, Calvin, era la leche. No venía a la ludoteca a pesar de vivir al lado, pero por las tardes siempre andaba jugando por allí cerca y me lo pasaba en grande con él. Como me había entrado medio pueblo y eran un poco pesaditos un día le pregunté a Calvin si quería ser mi novio. Me miró con cara de pillo y sin pensarselo mucho me dijo que no. Yo le picaba y le decía que aquello no podía ser. Que había rechazado a muchos chicos y no podía creerme que el no me quisiera de novia. Pero era super espabilado y lo tenía muy claro.
Es una pena, porque con el tiempo voy olvidando sus nombres, Calvin, Hermoso, Tata, Mundo... ya os contaré todo el rollo de los nombres.

godsfork dijo...

llamandose calvin que se puede esperar...

El Frodo dijo...

por que en esa escuela no hay niños de otras razas? que racistas...
Y que weba poner codigo para dejar comentarios, no mames ni que tu blog fuera famoso para andar evitando spam

tzesire dijo...

re frodo:hay niños de varias etnias, fang ntumu y fang oka, bubis y bengas.
por el color yo era el elemento externo innecesario y ellos siempre me acogieron sin problemas.