jueves, 14 de junio de 2007

Los Puestos de Salud

Después de hablar del proyecto sanitario de la AAMI, y del Equipo Móvil Distrital aquí y aquí, miremos hoy cómo funcionan en la realidad los Puestos de Salud.

Se supone que debiera haber un Puesto de Salud en cada poblado; que la población debiera preocuparse por tener una buena atención sanitaria; que todos están esperando que llegue el Equipo Móvil Distrital para poder consultarle al médico... Se supone.

La realidad es que hay muy pocos poblados en los que el Puesto de Salud esté bien acondicionado y su Agente trabaje adecuadamente. Los Comités de Salud son inexistentes o simplemente existen para decirle al EMD cuando aparecen que hacen lo que les mandan y así continúen yendo a hacer las visitas. No había ninguno que funcionara como debiera, ni en lo más básico: apoyar al Agente en su labor, completamente voluntaria y por el bien de todo el mundo. En el peor de los casos Agentes que trabajan bien terminen abandonando su labor porque nadie les apoya de ninguna manera.

En el fondo subyace un problema que es muy habitual entre los jóvenes (de cualquier lugar del mundo, no solo allí) y que entre los adultos no se da tanto por hecho (aunque suele ser igual de habitual): nadie quiere asumir ningún tipo de responsabilidades. Pero lo que os peor, aquí la gente no se queja y ves que no tienen ninguna intención de participar en algo por el bien común.

Otro problema son las curanderías (en cierta forma nuestra competencia) a las que mucha gente recurre en primer lugar, tanto en los poblados como en la ciudad, en caso de problemas de salud o de otra índole.

Y en cualquier caso no debemos olvidar que la mayoría tienen una nula educación sanitaria. Cuando se les ofrece muchas veces dudamos de que verdaderamente asimilen que la mayoría de las enfermedades pueden evitarse con una buena higiene, con un adecuado saneamiento ambiental, con una buena alimentación. Para ellos todo lo que se cura con hierbas o en ceremonias con los espíritus, después de un atracón de iboga para poder "verlos", pasa a ser "enfermedad fang", en un mal de ojo o en algo similar. Queda por tanto fuera del ámbito médico y pasan a tener un origen espiritual.

Tal vez una forma de acercarmiento es explicarles que las medicinas que nosotros ofrecemos en forma de pastillas o jarabes están formadas por sustancias que en muchos casos provienen de sus hierbas, es decir, que esa parte de "su medicina" es también "nuestra medicina" y que las pastillas lo único que hacen es concentrar aquella sustancia de la planta que favorece la recuperación.

Ese podría ser un paso interesante pero sin duda no es el más valioso. El realmente importante es que comprendan la relación directa que existe entre las enfermedades y los factores ambientales y los hábitos de higiene y nutricionales. Cuando dejen de pensar en lo sobrenatural para explicar sus dolencias entenderán que la prevención es siempre la mejor medicina.

2 comentarios:

Soltero con Hijos dijo...

¡Maldita competencia! ¿Y los curas estos que dicen que hay que confiarlo todo a dios?

tzesire dijo...

uf... los curanderos dicen que hay confiarlo todo a los espíritus (o mejor, al iboga y a las cuchillas con las que hacen sus curas)... y los curas dicen que hay que confiarlo todo en dios, y aunque los hijos de puta no niegan abiertamente el uso de la medicina contemparanea también montan sus exorcismo, sus sesiones de oración sanadora y sus mierdas espírituales. Les viene muy bien que crean en sus espírutos y en sus enfermedades fang. Ellos nunca niegan ese mundo, todo lo contrario. Lo aprovechan, lo favorecen y se presentan como los únicos salvadores, con su dios antropomórfico que los librará de su misterioso y oscuro mundo de los espíritus.

me ponga mala pensando en ellos. acepto de mucho mejor grado sus curanderías tradicional que la mierda blanca y reluciente que les venden las religiones católicas.