Soñadores
La contradicción aparente con nuestras ideas es la forma de romper esquemas mentales y crecer.
Esto es lo que pensaba estando en Guinea Ecuatorial a los pocos días de llegar. No dejaba de sorprenderme de cosas, para bien y para mal, pero todo ello me estaba permitiendo aprender muchísimo.Últimamente estoy leyendo, escuchando y reflexionando sobre el acto educativo, el aprendizaje, el control mínimo social y todos lo que se pone en juego en pedagogía. Sin duda una de las ideas que más clara tengo es que el fracaso y la ruptura de nuestros rígidos esquemas es una condición necesaria para mejorar como educadores, para aprender como personas, para mantener una actitud crítica con nosotros mismos. A partir de un estado continuo de cuestionamiento interno podremos desarrollar una consciencia real y presente en nuestra vida, que nos aliente para intentar mejorar, para volver a levantarnos cada vez que caigamos en nuestro empeño, para luchar por utopías lejanas.
Soñadores, ingenuos, ilusos. Me gusta serlo, porque me mantiene los pies en el suelo, para no creerme la gran mentira que hoy toca vender, pero me permite mantener la esperanza en nuestra capacidad para evoluciona como personas.
Lo hicieron porque no sabían que era imposible.
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Post raro, ya lo sé.
Nunca había tenido que borrar un contacto del teléfono porque esa persona hubiera fallecido. El tiempo pasa y en esta noche de difuntos aquí en Catalunya comen castañas asadas y boniatos, con un poquito de moscatel.
Algunos además lamentarán a los muertos. En mi opinión los muertos, como diría mi madre, ya pasaron a mejor vida, y los que quedamos somos los que tenemos que trabajar cada día para llegar a fin de mes, o pagar una hipoteca, o cuidar a una persona querida. Así que estéis o no en Catalunya os recomiendo que llenéis una copita de moscatel, patxarán, orujo o lo que haya por casa, y brindéis por los vivos, para que podamos brindar muchos años más.