Carne de perro

¡Esa Wonda!

Tom Eseng 21/08/05

Como explicaba en la anterior entrada, han invitado al grupo de teatro a actuar en la provincia de Ebebiyín, y ellos han aceptados encantados, no por la actuación, sino porque iríamos seguro a Akomban, un mercado que hay justo cruzando la frontera en la parte de Camerún.

Como este paso es habitual con pagar en la aduana llega, sin trámites, visados, ni líos. Según cruzas no está el mercado. Queda a unos 1 o 2 kilómetros. Puedes coger un taxi entre varios para que te salga bien de dinero o ir en una con alguno de los moteros que se ofrecen.

Hoy he sido la atracción absoluta en el trayecto. No llevaba una falda muy corta, pero era blanca, joven e iba enseñando algo de muslamen. La verdad es que llevaba un poco de miedo pensado cómo conducirían, pero como había que mostrarle al personal la mercancía a la ida el conductor ha ido tranquilo pero bien; pero a la vuelta veníamos súper despacio, saludando a unos y otros y deleitándose con las miradas de los motoristas que nos cruzábamos y de los viandantes.

El mercado era bastante grande pero tampoco había tantas gangas, aunque la clave, como es lógico, es el regateo. Pero los chavales aceptaban casi siempre el precio que les decían o bajaban muy poco la oferta inicial. A una chica le he conseguido una maleta por menos de la mitad del precio y después me he enterado que ha pagado algo más de la mitad. No hay quien les entienda.

Pero lo mejor del viaje sin duda el asunto de la carne de perro. Los fang oká no suelen comer gatos ni perros, pero los ntumu, según los oká, sí que comen perro. Así que todo lo que no sea pollo piensan que puede ser perro y se niegan a comer otra carne. Ayer noche cenaron todos pollo o pescado y hoy en el mercado había unos pinchos suculentos (con bien grasa, que ya sabemos qué es lo que da sabor) que por supuesto no eran de perro, pero ahí se nos han quedado mirando mientras nos poníamos finas el par de extranjeras descreídas.

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