viernes, 23 de noviembre de 2007

Sábado noche en Kogo

Kogo 28/08/05 (2:15h)

Hoy he estado hasta la 1:20 en un bar. Eramos tres clientes, más un soldado y el tendero medio dormido. Hemos estado hablando de las típicas tonterías entre cerveza y cerveza: la vida, la religión... La temperatura era perfecta. Los chicos podía parecerme hasta guapos, eran simpáticos, y después de dos meses viviendo aquí ya no se ponen pesados, han perdido cualquier intención "romántica".

No podía tener mejor escenario para un sábado noche.

Y sin embargo cualquiera habría sido mejor.

lunes, 19 de noviembre de 2007

¿Por qué se está riendo?

Una tarde en el metro, iba ojeando un libro que había encontrado por casa, hasta que me di cuenta que conocía el libro y empecé a reírme sola. Para nada de forma escandalosa o exagerada, pero reírse sola con un libro en el metro parece ser un comportamiento de los más extrambótico.

Resulta que era una de tantas copias de Rubaiyat, un librito de poemas que hacía mucho tiempo me había recomendado un amigo. Empecé a reírme al darme cuenta que aquellos versos (mejor dicho, unos similares, porque hay demasiadas versiones de dichos poemas) me eran conocidos y de qué forma tan curiosa me los recomendaron. La memoria hace brotar lágrimas o sonrisas a su antojo, y en este caso me hizo especial gracia las vueltas que había dado hasta volver encontrarme con aquel libro.

La gente en el metro parece que no va con la mirada tan perdida, pues más de uno se fijó en mi risa contenida. En el metro, como en la vida, debemos ser discretos, y yo al parecer no lo estaba siendo. La gente, por el contrario, se fija pero es discreta y mira para el otro lado. Pero justo al lado mío había una niña con un adulto -que nos aventuraremos a considerarle su padre (como ya haríamos en otro ocasión con un niño). La niña le soltó sin mayor problema a su padre, ¿por qué se está riendo?, el cuál le hizo un gesto de que callará y que también mirará para otro lado. Viéndose ignorada sin motivo, la niña volvió a preguntar, ¿por qué se está riendo la chica? Yo miré a la niña y le sonreí y después al padre y le sonreí, pues a fin al cabo no tenía motivo para no hacerlo, y seguí riéndome con mi librito. La niña volvió a preguntar y el padre ya le dijo directamente que se callara.

Yo, en ese momento, me puse trascendental y pensé: la pregunta no debería ser por qué estoy riendo, sino por qué todo el mundo va serio.

Entonces llegué a mi parada y me bajé pensando estas cosas y entonces me dí cuenta que podía hacerle la pregunta a la niña. Pero al darme la vuelta sin saber si volver o no al vagón. La gente dejó de subir y bajar corriendo. Era mi oportunidad, pero recordé que había quedado y estaba llegando tarde. Así que no volví a entrar y no llegué a formular la pregunta a nadie.

martes, 13 de noviembre de 2007

3 viajes de locos en Bulgaria

Todo el mundo que ha salido un poco de casa y ha viajado por tierra desconocidas seguro que ha experimentado desplazamientos de lo más caóticos, surrealistas, dolorosos, o incluso peligrosos.

Hace cuatro años pasé tres semanas en Bulgaria con una amiga. En ese tiempo no dio tiempo a tener todo tipo de viajes (también alguno cómodo). Ahí van los tres más reseñables:

- Sofia - Rila - Sofia: alquila un coche en Sofia, en una zona a las afueras donde si te pasa algo ya puedes darte por olvidado; piérdete en el camino de ida gracias a nuestro dominio del alfabeto cirílico; conduce teniendo en cuenta que ellos lo hace a lo loco, y que si hay tres carriles el del medio es de quien primero lo coja, vaya en el sentido que vaya; y sal airoso de una situación comprometida, con policía local por medio... mejor no recordarlo.

- Plovdiv - Burgas: el peor día del año para irse al mar Negro de vacaciones es, como en todos los sitios, el 1 de agosto. El peor viaje en tren que he vivido. Estaba completamente abarrotado y lleno desde Sofia. Cuando paró en Plovdiv sobre las 2 de la madrugada, la primera impresión fue pésima: larguísimo, viejo y con la gente tomando aire por las ventanillas. Súbete donde puedas, acomódate en el hueco de la puerta, junto a un baño inmundo al que no se le cierra la puerta, y acompañadas de unos cuantos chavales que sabedores del percal pasan la noche entre cerveza y cerveza en medio del pasillo. Terminé hablando con estos últimos del Alavés y de su descenso a segunda división y pude dormir un rato sobre la mochila, porque yo, como siempre, consigo hacerme hueco y echar una cabezadita donde sea.

- Rodospski Pansion - Estación de Autobuses (Plovdiv): Nunca me he visto tan cerca de tener un accidente, repetidamente, en un trayecto en taxi, y en sólo 5 minutos. ¿Pudiendo disfrutar del peligro y la adrenalina en la ciudad, mientras echas unas risas con los amiguetes (porque además el energúmeno del taxista era conocido de un compañero), qué sentido tiene conducir sin poner en peligro a nadie? Guiris, que no hay quien nos entienda.

***

Este año todo ha sido mucho más tranquilo. Por supuesto que han quedado anécdotas en los desplazamientos, pero ninguno a llegado a ser tan caótico, o peligroso. Aunque todo esto me guardé de contarlo antes de irnos...

Lagartos

Kogo 24/08/05

Me han contado la historia de una niña pequeña que siempre viene a la biblioteca y a la que le falta pelo en una zona de la cabeza. Cuentan que siendo un bebé se lo comió un lagarto de los que abundan por todos lados.

Quiero creer que he entendido mal la historia, con lo bonitos que son los lagartillos y todos los que se me cuelan en la habitación, sobretodo por la noche.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Aprendiendo a jugar al dominó

niños jugando al dominó en el Centro Sociocultural en Kogo, Guinea Ecuatorial
Kogo 23/08/05

La biblioteca tiene un montón de juegos que han ido llegando a lo largo de los años. Están debajo del escenario y todo está hecho un desastre, así que es difícil saber si están completos o no. Pero lo cierto es que les da igual, porque cuando les dejas tiempo libre para jugar dentro siempre cogen las mismas cosas, porque no saben jugar a ningún juego de fichas o tablero, excepto las damas.

Así que me he propuesto comenzar a aprovechar un poco más todo el material, al menos durante la horas de la ludoteca. Los juegos de mesa no les acaban de convencer mucho de momento pero el otro día estuvimos jugando al dominó con unas piezas gigantes pero geniales para aprender el mecanismo del juego, pues tenían dibujos en vez de puntos. Se lo pasaron muy bien y yo también disfruté un montón.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Gatos (poesía urbana II)

gatos
¿Cuántos gatos hay en la fotografía?

jueves, 1 de noviembre de 2007

Mosimo



Heidi me molaba y me mola, sobretodo el final de serie en japonés para poder cantar: Mosimó, chiitana (supongo que os la sabeis, no?). ¡Pero es que además entre las cabras del final salen caracoles! :)