Jornadas pedagógicas en Mundet
A raíz de los sucesos del pasado miércoles esta ha sido una bastante especial.
Comenzó con la redacción de un manifiesto contra la violencia y con la decisión definitiva de Assemblea Mundet de iniciar una huelga activa, organizando unas "jornadas pedagógicas" alternativas a la actividad académica planeada, centradas especialmente en tratar la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior. No os sonará porque nosotros no somos noticia, es mucho más interesante ir a una facultad con piquetes que ver que los estudiantes no se quedan en casa y proponen alternativas, porque dejamos de ser vagos, antisistema, violentos...
El martes pretendía ser un día de información y en mi opinión lo definiría más bien de desinformación. Las jornadas apenas estaban preparadas, por lo que no había casi nada sobre lo que informar.
El miércoles comenzamos y la experiencia fue muy distinta en cada grupo, especialmente en el nuestro. Mi clase pasa de Boloña, ellos y ellas acabarán con su título de diplomatura. Así que ya ni siquiera se quejan de la evaluación contínua o de realizar actividades de niños de primaria, según las nuevas líneas pedagógicas. Pero mi clase recibió porrazos el miércoles pasado, también esos que pasan de la reforma universitaria, así que se aceptaron las jornadas alternativas tratando el tema de la violencia policial, mirando cómo impulsar el manifiesto de lunes y cómo desarrollar alguna otra acción.
El jueves el incipiente grupo clase se fue al carajo. La profesora que tocaba de 10 a 12 aceptó el nuevo marco donde la clase se auto-organiza y decide cuáles son sus intereses pero no rompió con la relación de poder sobre los estudiantes, que es uno de los objetivos de las jornadas. Al menos tuvo la decencia de avisar que la junta de facultad había dado órdenes de continuar con la evaluación continua y seguir adelante aun sin clases y ella siempre se ajusta a lo que se le ordena. Así que estar en círculo y tener a la profesora sentada con nosotros terminó siendo un paripé, pues los compañeros actuaban igual que en una clase normal.
Y el viernes fue la traca final. Un par de deganos nos habían convocado para explicarnos su postura respecto a la violencia de los mossos. Se presentaron poquísimos estudiantes y los que estábamos fuimos tratados de gilipollas. Ellos fueron desviando el tema para evitar respuestas, pasando a Boloña, al grave problema de la participación de los estudiantes en los órganos de gobierno, a las jornadas de reflexión... y cuando se quedaban sin argumentos o el ataque era directo, argumentaban que este o aquel problema es propio del sistema universitario estatal y ellos no pueden hacer nada, aunque nos apoyen mucho, muchísimo, en esos temas generales. Nosotros intentamos dar datos y no simple demagogía, mientras uno de ellos en pocas ocasiones abandonó la sonrisa en toda la mañana, sabiendo que haberles hecho comparecer por primera vez frente a nosotros no nos sirviría para nada (para irnos cabreados como fue mi caso).
Queda una semana para vacaciones de primavera. No creo que las cosas vayan a mejor, posiblemente a peor. La única cosa que hemos decidido es salir a la calle. Durante el franquismo el 11 de septiembre la gente de Barcelona paseaba frente a la estatua de Rafael Casanovas ya que no podían manifestarse. Nosotros haremos lo mismo este miércoles, cuando se cumplen dos semanas de criminalizarnos, de mentiras. Pasearemos toda la mañana por la Plaza Sant Jaume, frente a la Generalitat. No servirá para nada, pero ya estamos acostumbrados.
Se el primero en decir algo
Publicar un comentario