Viaje a Albania (IV): Elbasan

Una vez visitada Tirana, más o menos, dirigimos nuestros pasos hacia el lago Ohrid y haciendo una parada intermedia en Elbasan, una ciudad tranquila que intenta mirar hacia adelante más allá de las chimeneas del gran complejo metalúrgico que la dictadura construyó junto a la ciudad y que ha dejado toda la zona muy contaminada.

Según llegamos a la ciudad y nos aproximamos al valle del ríu Shkumnin podemos divisar el enorme complejo industrial, que funciona de forma residual. Pero una vez lo dejamos atrás no encontramos una ciudad gris, como lo fuera Bilbao hace algunos años (y lo sigue siendo según la zona), sino una población tranquila, de calles amplias, jardines, paseos y una centro histórico que guarda alguna sorpresa.

Los imprescindibles

- Una de las imágenes más características de la ciudad es la muralla y la torre del reloj. Las mejores vistas se obtienen desde el Hotel Tourisme, pero lo más interesante de la ciudad se guarda en su interior, y sobretodo en sus gentes, muy amables y hospitalarias, ya fuese en la mezquita, la iglesia ortodoxa, el mercado, el hotel...

- Cerca de la puerta principal de la muralla encontramos la mezquita del rey, Xhamia Mbret, una de las más antigua del país, superviviente de la época dictatorial. Es pequeña, sencilla y muy acogedora.

- Desde la mezquita el segundo punto de interés es la Iglesia Ortodoxa de Santa María. Su “parroco” os explicará orgullo que es la única Iglesia Ortodoxa Independiente de Albania, después de que la jerarquía ortodoxa albanesa se “vendiera” a los griegos. Simplemente por conocerle y que os explique con ferviente pasión todo lo referido al edificio, sus iconos y su orgulloso independentismo ya vale la pena la visita, teniendo en cuenta que es una de las iglesias ortodoxas más interesantes a nivel artístico.

Los descubrimientos

- Elbasan es una de las ciudades con mayor animación en las tardes-noches de verano.

- La ciudad cuenta con uno de los mercados más interesantes para visitar. Por la mañana todo se llena de puestos de ropa, cosméticos, telas, instrumentos de cocina... y enfrente de la estación de autobuses se encuentran las paradas de alimentación, donde podréis probar algunos alimentos y productos curiosos, como "tortas" de ciruelas secas prensadas.

Datos prácticos

- Nos alojamos en el Hotel Skampa de la ciudad, el Tourisme, una enorme torre al lado del casco antiguo. Es un hotel que están empezando a reformar así que nos alojamos en una de las habitaciones originales de la época comunista. Curioso como mínimo: habitación pequeña, de tres camas individuales, con gruesas mantas de lana, lámpara de los años... 70?, el baño perdiendo agua, pero con unas excelentes vistas y una ubicación inmejorable. Y muy barata.

- Comimos en un “fast food” al llegar, pero nada que ver los de aquí, la comida era buena, y aprovechamos nuestra primera cena en el interior del país para probar el cordero: buenísmo. Eso sí, nos “liamos” o “nos quisieron liar” con el pedido de la cena y nos trajeron demasiada comida para dos, así que no dudamos en pedir que nos lo pusieran para llevar . En cualquier caso es importante hacerse un pequeño diccionario culinario en albanés, porque en muchos sitios no podíamos entendernos en otro idioma.

- Hay una estación de autobuses que sólo funciona a primerísima hora de la mañana, sobre las 6:00. El resto del día la única opción son las furgonetas, pero salen de puntos diferentes de la ciudad según el destino y, casi siempre, en lugares alejados del centro.

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